Procesos Políticos
PROCESOS POLITICOS
Oscar Pineda
El elefante que lleva cargado el municipio
Recientemente se generó un conflicto entre el sindicato del Ayuntamiento y el municipio que encabeza Eduardo Gattas.
Los trabajadores sindicalizados exigían al Ayuntamiento el pago de prestaciones acordadas en la mesa de diálogo establecida para la firma del contrato colectivo.
Pedían, entre otras cosas, el surtimiento de medicamentos contra el cáncer y pago de retroactivos entre otras cosas.
En el caso de los medicamentos el reclamo es más que justificado, pues va de por medio la salud y la vida misma de los trabajadores que padecen cáncer o cualquier otra enfermedad.
Sin embargo, habría que decir que no todas son malas para los trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento, pues revisando encontramos que ser sindicalizado en el gobierno municipal de Victoria tiene sus privilegios.
Por ejemplo, el municipio de Victoria está obligado a pagar la licencia de manejo a todos los trabajadores sindicalizados lo que en suma representa un gasto de 960 mil pesos.
También el Ayuntamiento está obligado a donar cada año 50 predios al sindicato para que sus líderes los repartan a su criterio.
Otro logro sindical le da derecho a un bono semestral para los hijos, aún cuando éstos estén becados y el día del cumpleaños de cada trabajador les otorgan el día libre y además se los pagan.
El sindicato le exige al municipio pagar festejos del día del albañil, plomero, secretaria, electricista y otros festejos que llegan a costar hasta medio millón de pesos.
Y así podríamos señalar un sinfín de prerrogativas que tienen los trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento y que representan una fuerte carga para el presupuesto municipal.
De acuerdo con la información que se tiene, siete de cada diez pesos del municipio se van en el pago de los “logros” sindicales.
Esta es la realidad que enfrenta el municipio de Victoria, sin contar, claro está, con los trabajadores de nuevo ingreso y de confianza que también representan un gasto, aunque no tan fuerte como el de los sindicalizados.
El asunto es que todo ese dispendio de recursos afecta el funcionamiento de la ciudad, porque el recurso que le queda al Ayuntamiento para hacer obra pública es muy escaso.
Ante esta realidad los municipios y en este caso el de Victoria quedan sujetos a la voluntad del gobierno federal o estatal para poder mantener o incrementar la infraestructura.
Esto me recuerda a un político del viejo PRI que se escandalizó cuando le sugirieron que podría ser candidato a la alcaldía de Victoria ¡Ni madres!, dijo en automático y completó la frase ¡Ahí nada más hay dinero para pagar la nómina y termina uno de limosnero en las dependencias federales y estatales!
EL PERSONAJE
El presidente del PRI Edgar Melhem puso el dedo en la llaga al hablar de la reforma político electoral que propuso el presidente AMLO.
El dirigente priista afirma, y con razón, que dicha reforma sería un retroceso para la vida democrática del país, puesto que volveríamos a los tiempos en que el gobierno central controlaba a su antojo los procesos electorales.
¿Se imaginan regresar a los tiempos de Barlet y de las famosas fallas del sistema?
La verdad es que por donde se le quiera ver la reforma que pretende el presidente golpearía severamente la democracia en México.
A estas alturas no se puede pensar en la desaparición de los órganos electorales de los estados, ni en limitar económicamente al Instituto Nacional Electoral porque sería dejarlo inoperante.
Y es que pareciera que más que ahorros la reforma busca el control absoluto del gobierno para elegir a los gobernantes.
POSDATA
La aparición de un grupo de autodefensa del agua en Jaumave enciende los focos rojos, pues habla del hartazgo que existe en los más necesitados ante las malas decisiones de algunas dependencias federales como la CONAGUA.