Anna Ferro, esposa de Fernando del Solar, se despide de él; “¿cómo se vive sin ti?”
CIUDAD DE MÉXICO.- La esposa de Fernando del Solar, Anna Ferro, se despidió del conductor con un mensaje en sus redes sociales en el que agradeció por su amor y el que los llevó a casarse en marzo de este año en Cancún.
“Te amo con todo mi ser, al infinito y más allá”, escribió la instructora de yoga, conferencista y experta en bienestar en una historia en su perfil de Instagram que acompañó con un video en el que el conductor hablaba de la importancia de vivir cada día como si fuera el último.
Anna Ferro y Fernando del Solar se conocieron en 2016 en una clase de yoga y tras la química que surgió entre ellos iniciaron una relación que finalmente llevó a unir sus vidas al casarse hace apenas tres meses.
En otro mensaje, la empresaria e instructora se cuestionó cómo se vive ahora sin su compañero y gran amor, cuya relación duró cinco años debido a la repentina muerte de Del Solar este 30 de junio a los 49 años.
“Lo hiciste amore, viviste cada día como si fuera el último”, aseguró en otro mensaje la viuda de Del Solar.
Fernando del Solar superó la etapa de su ruptura con Ingrid Coronado, con quien estuvo casado y procreó dos dijo: Luciano y Paolo, además de los problemas de salud que iniciaron justo cuando era pareja de la conductora tras ser diagnosticado en 2012 con Linfoma de Hodkin.
En los últimos años tuvo algunas recaídas en su salud, pero siempre mantuvo el buen humor que lo caracterizaba, además de haber encontrado en Anna Ferro un pilar del cual sostenerse y ayudarlo en su recuperación.
En una entrevista en Sale el Sol en el 2020, Fernando del Solar reconoció que Anna era una persona muy importante en su vida y en este proceso de su recuperación.
“Le debo muchísimo porque ha sido una compañera incansable en los malos momentos, en los peores, en los buenos, ahí ha estado. Me ha tomado de la mano y, bueno, vamos juntos”, declaró.
Hace 18 días el padre de Fernando del Solar murió. La última publicación en su Instagram la dedicó justamente a él y reconoció que estaba triste por su partida, pero le agradeció por sus enseñanzas, tanto por sus aciertos como por sus errores.