Deja de mentir, dicen alcaldes y legisladores de Morena a CDV
Perla Reséndez
VICTORIA, Tam.- Alcaldes y legisladores locales y federales de Morena, exigieron al ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, que deje de mentir, recordándole que el problema de inseguridad que enfrenta Tamaulipas “es una más de las nefastas herencias, que dejo su administración”.
Al responder al ex mandatario, un video mensaje colgado en sus redes sociales el fin de semana, le señalan que a partir del 1 de octubre del 2022, “Tamaulipas dejó atrás un largo período de terror, desconfianza e impunidad, tres rasgos que marcaron la administración de Francisco García Cabeza de Vaca, y que ocasionaron graves daños a las instituciones del Estado”.
Lo acusan de ser responsable de la ola de violencia de los últimos años, ocasionada por su impunidad y complicidad, que sometió a Tamaulipas “a una larga noche de terror”.
“Desesperado por limpiar su imagen, vuelve a recurrir a las mentiras acostumbradas, en un nuevo intento por desconocer el mensaje que una y otra vez le han dado en las urnas: los tamaulipecos lo repudian”.
El documento firmado por los alcaldes de Altamira, Ciudad Madero, Díaz Ordaz, Matamoros, Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo y Victoria, así como 16 diputados locales, siete federales y dos senadores, mostraron el apoyo al gobernador Américo Villarreal Anaya y su estrategia de seguridad.
“El pueblo decidió respaldar el proyecto de la cuarta transformación como la alternativa real, para cambiar esa situación, dando su aval a través del voto, para que por primera vez un gobierno pueda trabajar en la reconstrucción del tejido social”.
Agregando que con ello se pueda resolver el problema de raiz y romper las cadenas de corrupción, impunidad y complicidad que se enquistaron, gracias a un régimen acostumbrado al abuso del poder.
“Debido a ese funesto legado, es mayúsculo el reto que ahora enfrenta el gobierno de Tamaulipas para sanar a Tamaulipas. Ya basta de mentiras Francisco García Cabeza de Vaca”.
Señalaron que en la administración del sexenio panista, el abuso de poder, tráfico de influencias y corrupción desmeddia, fue una práctica habitual en todos los niveles del gobierno.
Así como las ejecuciones extrajudiciales, fabricación de delitos, persecución de opositores y violación de derechos humanos, “gracias a la protección de un poder judicial que fue sobornado para permitir las violaciones a la ley”.