Continúa conflicto en parque eólico de Llera
Perla Reséndez
VICTORIA, Tam.- Cuando en 2016 se inauguró el parque eólico “La Mesa” en el municipio de Llera, los ejidatarios de las comunidades de Emiliano Zapata, Las Compuertas y Pedro J. Méndez, pensaron que habían hecho un buen negocio, pues las tierras donde se instalaron los aerogeneradores, que se encontraban sin producir, ahora generarían ganancias para sus familias y beneficios para la comunidad.
Han pasado nueve años desde entonces, lo que parecía una bonanza para las 330 familias, hoy se ha convertido en un largo litigio que ha provocado descontento, pues acusan a la empresa de incumplimientos en contratos, daños ambientales y perjuicios a sus actividades económicas.
Ante la negativa de la empresa por atender el descontento, las familias no tuvieron otra opción que iniciar las manifestaciones en la carretera federal Victoria-Zaragoza, cerrando el paso a automovilistas y choferes, sin embargo, nada pasó.
Alegan que los contratos que se firmaron no han sido cumplidos a cabalidad por parte de la empresa propietaria de los 89 aerogeneradores, tampoco existe algún informe que de cuenta de la producción de energía que se obtiene.
Como parte de los acuerdos, la empresa daría de manera trimestral un tres por ciento de las ganancias brutas obtenidas por la generación de energía, a partir del 2020, sin embargo, denuncian que hasta ahora, el reporte que entregan a cada contador de la comunidad, no se ha respaldado con algún informe de la energía que se sube a la red eléctrica, por lo que es difícil comprobar los dichos.
La problemática que viven estas comunidades no es un hecho aislado, sino un reflejo de los desafíos asociados con la instalación de parques eólicos en Tamaulipas, el segundo estado con mayor producción de energía eólica en el país, solo después de Oaxaca.
En el municipio de Reynosa, también ejidatarios se manifestaron al señalar que los habían engañado para que vendieran sus tierras a precios inferiores, todo ello antes de que comenzaran a llegar las empresas eólicas, a quienes los nuevos propietarios rentaron para instalar los aerogeneradores.
La energía eólica es una fuente de energía limpia que ayuda a reducir los gases de efecto invernadero, por lo que mejora la calidad del aire; Tamaulipas cuenta con 13 parques eólicos en operación y 500 aerogeneradores.
Los vientos que se producen en la entidad, ayudan a generar 8.4 gigawatts, aunque el consumo interno es de 3.2 gigawatts, lo que permite que el estado envíe el excedente de energía a otras entidades.
Antecedentes
El parque eólico Tres Mesas inició operaciones en 2016 como parte de un proyecto de inversión para aprovechar el potencial eólico del estado, en una superficie de 7,113 hectáreas.
La instalación de 148.5 megawatts de energía, generarían 510 gigawatts de electricidad durante el primer año, que sería adquirida por Sigma Alimentos y otras filiales de Grupo Alfa y Walmart.
Se estimó el desplazamiento de 200,599 toneladas métricas/año de dióxido de carbono, una tonelada métrica/año de dióxido de azufre y 700 toneladas métricas/año de óxidos de nitrógeno.
El proyecto incluyó cinco proyectos eólicos ubicados en la zona de Tres Mesas (Mesa La Paz, Mesa Las Chinas y Mesa La Sandía), que en conjunto significarán una generación de 593 megawatts, equivalente a la energía eléctrica consumida en 126,000 hogares.
Sin embargo, desde su construcción, los ejidatarios denunciaron la falta de consultas previas y el incumplimiento de acuerdos relacionados con pagos, infraestructura y mitigación ambiental.
En sus manifestaciones en la carretera, señalaron que muchos de los contratos se firmaron por sus padres, sin que tuvieran el apoyo legal adecuado, por lo que hoy requieren que se revisen.
Pedro García, uno de los comisariados ejidales, explicó que no se respetó el contrato de arrendamiento de las tierras, “nos prometieron pagos justos y beneficios comunitarios, pero los pagos son insuficientes y no se han actualizado conforme al contrato. Además, las promesas de infraestructura y desarrollo quedaron en el aire”, declaró en entrevista.
Un informe interdisciplinario de la Universidad de Chiapas y otras instituciones, dan cuenta que las instalaciones de energía eólica tienen un impacto en la mortalidad de pájaros, murciélagos y en la pérdida del hábitat de algunas especies.
Mientras que los ejidatarios en las comunidades donde se encentran los aerogeneradores en Tamaulipas, han denunciado una disminución en la productividad de sorgo y maíz, pues no pueden acceder a las tierras, ya que existe un deterioro de los caminos, por el paso constante de la maquinaria pesada de la empresa.
Ante las repuestas evasivas de la empresa, los ejidatarios acudieron a la capital del estado y se presentaron ante el Gobernador Américo Villarreal Anaya para pedir su apoyo y mediación en la solución de este conflicto.
Fue el Secretario de Desarrollo Energético, José Ramón Silva Arizavalo, el encargado de mediar entre la empresa y las más de 300 familias afectadas por esta situación; luego de varias reuniones, aún no hay acuerdo, sin embargo, la respuesta del Gobierno fue la esperada, “cuentan con todo el respaldo jurídico”.
¿Cuáles son las exigencias de los ejidatarios?
Las demandas incluyen la revisión de los contratos de arrendamiento, proyectos de infraestructura comunitaria, indemnización por daños ambientales y agrícolas, pagos justos, transparencia en la generación de energía, además de un cambio en la estructura de pagos, pasando de un porcentaje variable a una cantidad fija que les garantice estabilidad económica.
La empresa solo ha dado evasivas, lo que no es adecuado para los ejidatarios, por lo que ahora el tiempo se agota y de no cumplir con los requerimientos planteados, el Gobierno del Estado respaldará con soporte legal y asesoría, para que esto se cumpla.
“Nosotros respaldaremos totalmente a los ejidos, con soporte legal, asesoramiento y que se pueda consolidar mejores condiciones que hay en el contrato”, dijo el Secretario de Desarrollo Energético.
“Buscamos que tengamos claridad en los proyectos sociales que se tienen que realizar, porque estamos en pro del desarrollo, y así lo hicimos en las mesas de trabajo del Foro de Consulta; legislar que las empresas realmente tengan una obligación legal de cumplir socialmente con las áreas donde realicen su proyecto” señaló.
Proyectos en puerta
Lo que ocurre en el municipio de Llera, debe tomarse no como un hecho aislado, sino como parte de las ponderaciones que se deben considerar como parte de los proyectos de energía en cualquier lugar.
Si bien, actualmente los proyectos de generación de energía con base en viento están detenidos por la falta de infraestructura para “colgar” la energía generada en la red eléctrica nacional, el potencial con el que cuenta Tamaulipas, lo hace atractivo a más inversiones.
De acuerdo con José Ramón Silva Arizavalo, para el 2030 se ocuparán alrededor de 11 gigawatts en el norte del país, y Tamaulipas cuenta con la capacidad para producirlos, por lo que es primordial que se lleven a cabo las inversiones que permitan desfogar la energía.
La entidad tiene en puerta al menos 20 proyectos de energía aprobados, por lo que situaciones como lo que ocurre con las familias en el municipio de Llera, deben aclararse y saldarse, y dar certidumbre tanto a pobladores como a las mismas empresas para sus inversiones en la segunda entidad con mayor capacidad de producir energías limpias.