Crece indigencia en Ensenada
Adicciones y migración, las principales causas
Un hombre en situación de calle duerme en la banca de un parque de la ciudad de Ensenada. Foto: Arturo López Juan.
Arturo López Juan | El Vigía
La población de personas en situación de calle ha incrementado en los últimos años en Ensenada, Baja California, debido a las adicciones y la migración principalmente, de acuerdo con estimaciones de las autoridades y organizaciones no gubernamentales.
La población de ese segmento varía según la fuente consultada ya que no existe un censo oficial y actualizado.
En noviembre de 2018 el DIF registró mil 600 personas en situación de calle según una nota publicada por el periódico El Vigía; actualmente la cifra oscila entre mil 450 personas reportadas en el padrón elaborado por la organización civil “Por Amor a las Calles” que dirige Rogelio Castro Segovia y 5 mil personas según estimaciones recientes de la directora del DIF municipal Oralia Tinoco González.
A pesar del creciente problema ninguna dependencia de gobierno estatal o municipal cuenta aún con un padrón ni programa dedicado exclusivamente a atender a ese grupo vulnerable, de acuerdo con lo declarado a El Vigía por la propia Tinoco González y la titular del DIF estatal Mónica Vargas Núñez.
“Actualmente no se tiene un padrón, pero son muchos, estimamos que pueden ser alrededor de 5 mil”, señaló la directora del DIF municipal.
Indigentes se reúnen en las inmediaciones del monumento a Lázaro Cárdenas en espera de la llegada de voluntarios que periódicamente les llevan alimentos. Foto: Arturo López Juan.
La funcionaria informó que por iniciativa del regidor independiente Miguel Orea Santiago, un grupo interdisciplinario integrado por psicólogos, psiquiatras, médicos, abogados, trabajadoras sociales, autoridades municipales y estatales, trabaja en la elaboración del primer Reglamento para Personas en Situación de Calle en Ensenada, con el fin de generar líneas de acción para su atención, protección, rehabilitación y reintegración social.
En el Estado, la directora del DIF Mónica Vargas Núñez indicó que la Secretaría de Salud tendrá a su cargo la elaboración de un padrón que incluya a todas las ciudades, ya que, debido a la inmigración procedente de países centroamericanos como Ecuador, Honduras, Venezuela y Guatemala, la población migrante se ha incrementado y con ello las personas que viven en situación de calle.
No obstante, aclaró, no existe un programa estatal enfocado a personas en situación de calle y lo que actualmente hace la Secretaría de Salud cuando los ponen bajo su observación, es evaluarlos y canalizarlos a diferentes dependencias según sea su condición social, física o mental.
Una mujer deambula por las calles de Ensenada y recibe ayuda. Crédito: Arturo López Juan.
Al respecto también fueron entrevistados el subdirector operativo de la Dirección de Seguridad Pública, Jorge Argout, y la subdirectora de Prevención del Delito, María Elena Monreal Mendoza, quienes estiman que existen entre 300 y 400 personas en situación de calle sólo en el primer cuadro de la ciudad, que pernoctan debajo de puentes y otros refugios improvisados.
Los jefes policiacos indicaron que atienden entre 5 y 6 reportes diarios por faltas o agresiones cometidas por las personas en esa condición, mismas que son consideradas infracciones al Bando de Policía y Buen Gobierno, por lo que son remitidos ante un juez calificador.
Generalmente, permanecen algunas horas en las celdas preventivas por su seguridad y la de la población, pero sólo mientras se recuperan de intoxicaciones por alcohol o alguna droga, luego son puestos en libertad debido a que no son imputables por sus problemas psiquiátricos.
De acuerdo con el diagnóstico del director de la organización “Por Amor a las Calles” Rogelio Castro Segovia, quien conoce la problemática por trabajar desde hace muchos años con personas indigentes, el 50 por ciento vive de esa manera porque no les gusta trabajar ni vivir en familia. Otros porque fueron deportados y no tienen dinero para regresar a sus lugares de origen o perdieron sus documentos, lo que les impide trabajar.
Es común ver en las calles más transitadas de Ensenada a personas indigentes, muchos de ellos con alguna incapacidad. Foto: Arturo López Juan.
El 50 por ciento restante sufre algún tipo de adicción al alcohol y a diversas drogas; de los mil 450 registrados en su padrón, 350 padece de problemas psiquiátricos y psicológicos, en tanto que alrededor de 100 son mujeres, cifra que va en aumento.
“Por Amor a las Calles” cuenta con un albergue donde les da abrigo y alimentos y un baño sobre ruedas a través del cual les brinda servicios de higiene, calzado y ropa limpia donada por la comunidad.
A través de esos mecanismos han detectado que con la aparición del fentanilo se ha incrementado la población de adictos e indigentes en los últimos años.
El fenómeno se ha agravado por la inmigración ya que personas que no logran pasar la frontera, se quedan en Tijuana y de ahí los traen con engaños para abandonarlos en Ensenada para evitar que se queden en aquella ciudad fronteriza, es decir, “nos avientan literalmente el problema”, señaló Castro Segovia.
“Este trabajo es el resultado del curso de la ‘Nota Diaria al Reportaje de investigación’ del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers.”