Elección de jueces en riesgo por intromisión del crimen
Perla Reséndez
VICTORIA, Tam.- De aprobarse la reforma judicial con elecciones de jueces y magistrados por voto popular, se corre el riesgo que la delincuencia tenga alguna injerencia en el proceso de elección, consideró el Magistrado Octavio García Ramos.
“Siempre habrá ese riesgo, siempre habrá ese riesgo como sucede en otro tipo de ámbitos, evidentemente, se corre un mayor riesgo del que ya se puede tener”, dijo el también Coordinador de los magistrados en Victoria.
Y es que, en algunas ocasiones, según explicó, el Consejo de la Judicatura, atendiendo algunas particularidades de jueces, especialmente en la zona fronteriza del estado, que en ocasiones han sido víctimas de amenazas, se les ha tenido que proporcionar seguridad.
Ello, dijo, “para que puedan ejercer adecuadamente su función, aunque siempre será insuficiente porque si nos quieren hacer algo, no hay poder que los pueda detener”, aclarando que el trabajo de los jueces, “lo hacemos con mucha responsabilidad, siempre lo hemos hecho así”.
El Magistrado Octavio García, señaló que con la reforma propuesta, se rompe con la independencia de la que debe gozar todo juzgador, “porque el juzgador, electo popularmente, por lógica, no necesariamente va a ser así, se debe a sus electores”.
Y agregó, “posiblemente sus electores, no tengan en algunas ocasiones, la razón en la justicia y enconces se enfrentaría en una encrucijada, en un dilema, resuelvo conforme a derecho o conforme a mi base electoral”.
Destacó que actualmente en México hay un déficit de jueces muy grande de juzgadores mayor al 50 por ciento para poder atender los asuntos que se presentan y abatir el rezago, pues dijo, la carga de trabajo que llega a los juzgados es mayor al número de personal con que se cuenta.
Así, dijo que “hay países que tienen por cada 100 mil habitantes alrededor de 100 a 150 juzgadores en todas las ramas”, por lo que se pronunció porque continúe la carrera judicial para los trabajadores del Poder Judicial de la Federación.
