Los Hechos
Los Hechos
Por José Inés Figueroa
Provocadores
La transformación del aparato de justicia estatal con todas sus estructuras ya es un hecho irreversible.
Los diputados locales tamaulipecos ayer votaron con toda la contundencia de la mayoría calificada que mandató en las urnas de junio pasado el pueblo, que, en efecto, se democratice la elección de los jugadores, para romper con todos los vicios y complicidades heredados por el viejo sistema caduco, desfigurado en ese monstruo que terminó por r reconocerse como “el
PRIANismo”.
Unos y otros, todos los partidos políticos representados en la 66 legislatura local, debieron reconocer que el sistema de justicia en el Estado, como en todo el país, se encuentra agotado y en condición de una intervención urgente, profunda, inaplazable.
Acaso, pensando en sus causas electoreras, marcaron algunas diferencias, añadidos, distracciones, para restar el mérito de la Cuarta Transformación, en la construcción de su Segundo piso, bajo el liderazgo nacional de la Presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO y en el estado, del Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, abanderados por el partido guinda.
Cosas como que la reforma judicial debió alcanzar a la procuración de justicia -Fiscalías- donde la perdición no es distinta, que si cómo se portan las policías, se hacen las investigaciones de delitos, o si cuantos nombres s habrá en la boleta y cuánto batallarán los ciudadanos para escoger al bueno.
Que sí se vayan los jueces y magistrados, porque han dejado muchos que desear en su ejercicio, pero así como MORENA dice no, pues teniendo las simpatías ciudadanas mayoritarias, pues todo mundo va a votar por los candidatos que les sugieran desde ese partido.
En el proceso legislativo para hacer ley la voluntad popular, la voz discordante la dio el hermano del exgobernador de triste memoria y sus chalecos salvavidas.
Sin el menor rubor, ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA, debutó en el podio, hablando de independencia de Poderes, del intento por imponer intereses externos dentro del Poder Judicial, de arrodillar a los togados ante el Ejecutivo, de exponerlos a presiones y amenazas, de permitir la infiltración del Crimen Organizado, de alejar sus decisiones del pueblo y ponerlas al servicio del poder.
Todavía se atrevió a regresar el diputado amparado contra las órdenes de aprehensión por los delitos que se le imputan, para reclamar que le recordaran sus excesos y los de su hermano, cuando en mala hora para tamaulipas asaltaron el poder estatal durante el pasado sexenio.
El diputado Presidente de la dictaminadora, ISIDRO VARGAS, le recordó que fueron ellos quienes tramitaron amparos amañados cada que la justicia hizo intentos de hacerlos pagar sus delitos, mientras la reforma lo que busca es devolver la soberanía al pueblo de hacer eficiente y transparente la administración de la justicia, mientras la diputada URSULA PATRICIA SALAZAR, enumerando las Complicidades del Poder Judicial Federal para con ellos,le recordó que los tamaulipecos tenemos memoria y no se nos olvidan esos años de corrupción que protagonizaron el y los suyos.
Volvió el cuento de la “persecución política” y no estallaron las carcajadas generalizadas por el pesar persistente en el recuerdo del saqueo, medido en atraso y destrucción del Estado, en las víctimas que a su paso dejaron, cada que encontraron algo que robarse sin importarles las vidas que se llevaran entre las patas.
“Son temas técnicos, no políticos, los que mueven el debate en esta reforma”, GERARDO PEÑA, pretendió salir al quite de la vergüenza de todos los nepotismos del exgobernador de triste memoria, su jefe.
No, quedó muy claro ahí no que dese antes se venía ventilando a nivel nacional.
El mayor ejemplo de la podredumbre del Poder Judicial a todos sus niveles, vergonzosamente se radicó en Tamaulipas, con rostros nombres y apellidos y fueron precisamente los CABEZA DE VACA, cuya impunidad, hasta la fecha, se sostiene de la complicidad de jueces y magistrados federales.
¿Y del Poder Judicial del Estado? No hagan olas, habrían querido decir los magistrados y magistradas, cuando la diputada panista los quiso poner como ejemplo de lo que debe ser, contra lo que pretende transformarse, a partir de su renovación integral.
Todos ellos y ellas llegaron ilegalmente al cargo, durante el pasado sexenio, sin reunir los requisitos mínimos de elegibilidad, con el único mérito -que de ley es impedimento- de estar sometidos a la egida del exgobernador de triste memoria.
Funcionarias y funcionarios partidistas y del gobierno estatal panista, sin carrera judicial, conocimientos y experiencia en el foro, por la sola cercanía y sujeción al tal FRANCISCO JAVIER “N”, fueron elevados a la calidad de integrantes del pleno judicial.
¿Y todavía se atreven a reclamar?
¡Que cinismo!
Ellos son los provocadores del cambio; su vida y obra es el símbolo de la destrucción por sobre cuyos escombros los tamaulipecos pretendemos construir un mejor futuro en la esperanza de que nunca vuelvan.