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Procesos Políticos

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Oscar Pineda

Cero tolerancia la promesa del sexenio

En Tamaulipas, el combate a la corrupción se ha convertido en una bandera de la actual administración estatal. A poco más de dos años del inicio del gobierno de Américo Villarreal Anaya, la promesa de un gobierno honesto y transparente sigue siendo un eje central de su discurso y acción política. Sin embargo, la lucha contra la corrupción no se mide únicamente por la retórica, sino por los resultados tangibles que la sociedad pueda percibir.

Américo ha sido claro al señalar que la “cero tolerancia” no es solo una frase, sino una directriz. En distintos foros ha reiterado que “la honestidad es un principio absoluto” y que el saneamiento de las instituciones es una tarea ineludible.

En ese contexto, en lo que va de la administración estatal se han iniciado diversas carpetas de investigación en contra de ex funcionarios y del propio exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, pero también del gobierno actual. Es el caso del Instituto de Cultura, en donde se presume un desfalco importante.

Extraoficialmente se ha sabido de empleados de nivel medio (directores) que han sido despedidos por no cumplir con la política de transparencia y honestidad, sin contar con los que causaron baja por ojo alegres y galanes, pero esa es otra historia.

El tema viene a colación porque estamos a nada de los informes de gobierno y porque según la Auditoría Superior del Estado, en algunos municipios podría haber indicios de corrupción.

Ayer la ASE entregó los informes al Congreso sobre las cuentas públicas del 2023, en la que van alcaldes y ex alcaldes de todos los colores, incluidos los de Morena.

Por lo que han dicho tanto el titular de la Fiscalía Anticorrupción como el propio presidente del Congreso, Humberto Prieto Herrera, las observaciones de la Auditoría no se quedarán en mera retórica, habrá acciones en caso de que encuentren responsabilidad de algún alcalde o funcionario público.

Una falla grave en los gobiernos municipales es la comunicación política. Tristemente algunos ediles piensan que por tener una cuenta de Facebook ya saben comunicar correctamente sus acciones.

Déjenme decirles algo que les va a doler: Muchos likes no significan aprobación ciudadana. Esa se consigue con acciones reales y medibles. Salir tomando en el palacio municipal, te puede volver popular, pero no aceptado.

Lo mismo si en lugar de ponerte a trabajar te pones a predicar. Y no es que esté mal que tengas fe, lo que no se vale es que le dejes a Dios la chamba que te toca hacer.

EL PERSONAJE

El presunto intento de atentado contra el alcalde de Matamoros, Beto Granados, dejó más interrogantes que respuestas.

Y es que a la población allá en Matamoros les pareció muy sospechoso el modo de operar del presunto agresor, quien luego resultó que era un ciudadano normal.

El caso es que “haiga sido como haiga sido” como digo el comanche Borolas, la raza en Matamoros no compró el supuesto intento de atentado y lo que es más, hubo quienes se preguntaron ¿qué querrían tapar con esa chafa cortina de humo?

Otra vez, muy mal la comunicación política.

POSDATA

Gracias a los estudiantes de la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad La Salle por invitarme a compartir mi experiencia en la redacción de El Diario de Ciudad Victoria, mi casa.

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