Procesos Políticos

Procesos Políticos
Por Oscar Pineda
Se acabó la privacidad
La implementación de la CURP biométrica en México, presentada como un avance hacia la modernización del sistema de identidad, abre una puerta peligrosa: la de la concentración excesiva de datos personales sensibles bajo el control del Estado.
Se trata de un documento que no solo incluye nombre, sexo, fecha y lugar de nacimiento. A esto se le añaden huellas dactilares, fotografía facial, escaneo de iris y firma digital. En otras palabras: la identidad completa de una persona, codificada y centralizada, lista para ser almacenada en bases de datos que, aunque se prometen seguras, no están exentas de riesgos.
El problema no es la tecnología. El problema es la falta de garantías institucionales claras sobre el uso, resguardo y acceso a esa información. Porque no es exagerado decirlo: si estos datos caen en manos equivocadas —ya sea por hackeo, corrupción o uso político indebido—, el daño puede ser irreversible.
¿Qué certeza tiene hoy el ciudadano común de que su identidad no será usada para el espionaje, la persecución política o el robo de identidad? Ninguna. En un país donde ha habido casos documentados de vigilancia ilegal desde las estructuras de poder, pensar que no podría repetirse sería ingenuo.
A esto se suma otro detalle inquietante: el proyecto avanza sin un debate público serio, sin consulta y sin una legislación integral de protección de datos biométricos. La gente no sabe qué se le va a pedir, dónde se va a almacenar su información, quién tendrá acceso, ni qué castigos existirán en caso de mal uso.
El discurso oficial apunta a que la CURP biométrica servirá para mejorar el registro de personas desaparecidas o evitar fraudes. Pero eso no elimina la obligación del Estado de establecer límites claros, transparentes y fiscalizables. Porque más allá de la intención, lo que está en juego es la privacidad, la autonomía y la seguridad de millones.
Hoy, el Estado mexicano está diseñando la llave maestra de la identidad digital. Y si esa llave cae en las manos equivocadas —ya sea desde dentro o desde fuera— el costo no será solo político. Será social, será humano y, sobre todo, será irreparable.
EL PERSONAJE
Ayer anduvo por el Congreso local el diputado federal Carlos Canturosas Villarreal, quien participó en la mañanera legislativa junto a Humberto Prieto.
Canturosas, quien es coordinador de los diputados tamaulipecos, dio un breve repaso de las actividades de la bancada morenista en San Lázaro.
Sobre su trabajo y lo que han hecho los diputados tamaulipecos dijo que todos han estado muy ocupados y han subido a tribuna para presentar exhortos y una que otra iniciativa.
POSDATA
¿Alguien ha visto al diputado Pepe Braña en Victoria? Hace tiempo que no se sabe nada del diputado, se enfrió hasta en las colonias donde andaba cada fin de semana.