En Voz Alta

En Voz Alta
Perla Reséndez
Turismo digital: ¿modernización o evasión fiscal?
El turismo ha cambiado radicalmente en los últimos años. Las plataformas digitales como Airbnb han transformado la forma en que viajamos, permitiendo que miles de personas ofrezcan alojamiento sin necesidad de grandes inversiones o pertenecer a una cadena hotelera.
Esta nueva dinámica, sin embargo, ha generado tensiones con el sector tradicional, especialmente cuando se habla de impuestos y regulaciones.
En Tamaulipas, aunque ya se aprobó la aplicación del impuesto al hospedaje para estas plataformas, hasta el momento no se ha registrado ingreso alguno por este concepto.
Así lo reconoció recientemente el secretario de Turismo estatal, Benjamín Hernández Navarro, quien explicó que aún están en negociaciones con Airbnb para obtener un padrón claro de los inmuebles que ofrecen servicio de hospedaje.
El argumento de “piso parejo” que exigen los hoteleros no es nuevo, pero sí legítimo. Mientras los hoteles cumplen con normativas fiscales, de seguridad y empleo formal, las plataformas digitales han operado por años con cierta flexibilidad que, a los ojos de muchos, raya en la competencia desleal.
El reclamo, por tanto, va más allá de un simple porcentaje de recaudación: busca equilibrio en un mercado turístico cada vez más diverso.
Sin embargo, tampoco puede ignorarse que estas plataformas han democratizado el acceso al turismo y han brindado oportunidades económicas a familias que hoy dependen de ese ingreso adicional.
Imponer un impuesto sin antes establecer reglas claras, un padrón transparente y apoyo técnico a estos nuevos actores, sería un error.
El cobro del 3% por hospedaje se destinará, según las autoridades, a la promoción turística del estado. Pero la pregunta es inevitable: ¿cómo garantizar que ese recurso regrese en beneficios equitativos para todos los involucrados? ¿O será otro fondo con destino incierto?
En este contexto, Tamaulipas tiene una oportunidad valiosa: regular sin sofocar, equilibrar sin castigar. La clave está en diseñar un modelo turístico moderno, que reconozca la diversidad de actores y sepa aprovechar las ventajas tecnológicas sin dejar de lado la equidad fiscal.
El turismo del futuro ya está aquí. Lo que falta es que la ley y las políticas públicas estén a la altura del cambio.
perlamarialopez69@gmail.com