Tinta Negra

Alfredo Guevara
Ni se hagan ilusiones
La posibilidad de una nueva regularización o legalización de las unidades de procedencia norteamericana que circulan en Tamaulipas como en otras entidades del país, es remota. Sin deseos de restarle las esperanzas a los propietarios de este tipo de vehículos, habrá que decirles que no es la primera ocasión en la que se promueve esa iniciativa, que es aprovechada por dirigentes de la Unión Campesina Democrática como ANTONIO TIRADO PATIÑO, de Onappafa JESÚS MANUEL ZUÑIGA MALDONADO, de la otra organización que también lleva el mismo nombre BENITO SAENZ VILLELA, y otros, porque al final de cuentas, quien resuelve es el Gobierno de la República – no ellos – a través del Sistema de Administración Tributaria. Las intenciones que pudiera tener el diputado federal de Movimiento de Regeneración Nacional ERASMO GONZÁLEZ ROBLEDO son buenas, pero tampoco los puede dar falsas esperanzas y menos engañar a los dueños de ese tipo de unidades. El mismo sabe que regular la estancia legal de ese tipo de autos y camionetas americanas, sería tanto como legalizar lo ilegal. Si bien es cierto que los vehículos americanos ya se encuentran en el país, también lo es que con legalizarlos no se solucionaría un problema y por el contrario, se generaría otro. Es un hecho que para los estados que tienen esta problemática social, representaría un ingreso, porque serían las instancias encargadas de ofrecerles placas y engomados, pero aun así, corresponde a la federación encontrarle una solución. En su momento el que fuera subsecretario de ingresos ARTURO SOTO ALEMAN mostro una alternativa que pudiera ser la solución a esta problemática social a través de un anexo, dentro de la misma Ley de Coordinación Fiscal entre la Federación y el Estado, pero que desafortunadamente no tuvo eco. Se pretendió darles una especie de placa de identificación estatal, sin necesidad de ir a una legalización o regularización, pero se dio marcha atrás. Ahora que ERASMO GONZÁLEZ ROBLEDO nuevamente abordó el tema, despertó las ilusiones, más en los dirigentes de las organizaciones como la UCD, ONAPPAFA, Unam y otras que proliferan, sin que nadie las meta en cintura. Aparte de ello, instituciones como la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, desde luego que no van a estar de acuerdo por la competencia desleal que implica, en relación al mercado nacional, además de que este sector, considera a los vehículos americanos, como unidades chatarra, que son desechados a los pocos años por sus propietarios, ya que les resulta mejor hacerse de otro, que reparar las condiciones mecánicas del que trae. Y si a eso se le suma, que son generadores de contaminantes, la eventual legalización se complica. Por eso decimos que difícilmente podrá haber un nuevo proceso de regularización de unidades de procedencia norteamericana, porque lejos de resolver, alentaría más la problemática. Y es que, al igual que en el proceso de nacionalización que se decretó hace unos años, fueron más los que ingresaron al país tras este anunció, que los que ya circulaban en algunas entidades. Tal y como lo dijo en su momento el otrora Secretario de Hacienda PEDRO ASPE ARMELLA, cuando se le cuestionó la posibilidad de legalizar este tipo de vehículos, la ley es la ley y se tiene que cumplir. En pocas palabras, no puedes legalizar, lo que simple y sencillamente entró como contrabando al país. En fin.