Firmas

Tinta Negra

Tinta Negra
Alfredo Guevara
Desaprovecho la oportunidad
Tal y como lo mencionara el presidente de la Junta de Coordinación Política FÉLIX GARCÍA “el moyo” AGUIAR, el Congreso local se ha convertido en un circo, posiblemente por las payasadas de los diputados del PAN y de Morena o un tianguis, por la variedad de insultos, acusaciones y agresiones verbales.
Durante la sesión de este martes no fue la excepción.
Aunque pudiera decirse que el origen proviene de los presuntos actos de corrupción o tráfico de influencias por parte de la Coordinadora de los diputados de Morena ÚRSULA SALAZAR MOJICA, la realidad es que todo trae un trasfondo político.
A la legisladora de Morena, mujeres del Partido de la Revolución Democrática la traen de encargo y no la piensan soltar, a menos de que pidiera licencia o bien, la Fiscalía Especializada para el Combate a la Corrupción solicite su desafuero.
La misma ÚRSULA les mando decir, que para que eso suceda, lo primero que tiene que haber es una denuncia. Con ello, les señaló el camino a seguir.
La Coordinadora de los diputados de Morena en el Congreso local, ÚRSULA SALAZAR tuvo la oportunidad de hablar fuerte, claro y preciso. Incluso de aprovechar los cuestionamientos de los medios de comunicación al interior del Congreso para deslindarse de esos supuestos hechos de corrupción.
Sin embargo, sólo se limitó a decir “no es mi voz, ese audio es espurio”. Ni siquiera se detuvo para ahondar en el tema y defenderse como debiera ser, escuchando a las dos partes.
En el peor de los casos, ninguno de los diputados de Morena que coordina, salió en su defensa.
Por lo pronto ROXANA LUNA delegada del PRD acudió al Congreso y en el pasillo de acceso rociaron agua y jabón, para con ello – según las damas perredistas – limpiar la corrupción que impera en lo que antes fue “la Casa del Pueblo”.
Cuando todo mundo llegó a pensar que los legisladores de Morena normalizarían su actuación con la destitución de ARMANDO ZERTUCHE ZUANI, nombrando a ÚRSULA SALAZAR, la realidad es que lejos de mejorar empeoró la situación.
Y es que, si tanto se pregona en Morena el combate a la corrupción, por qué no encarar y defenderse de las acusaciones cuando son víctimas de una situación de este tipo.
URSULA tuvo la oportunidad de hacerlo ante medios de comunicación, era suya y la dejó ir, como se dice en el argot futbolístico.
Y lejos de normalizarse las cosas al interior del Congreso, tal y como lo calificara el “moyo”, seguirá siendo un circo y un tianguis cada vez que sesionen.
Hasta ahora pudiera decirse que no han llegado a los golpes, aunque poco les falta a diputados y legisladoras de Morena y del Partido Acción Nacional.
Sin embargo, nada de malo tendría empezar con el armado de un ring, por aquello de que más de uno quisiera ponerse los guantes y dirimir diferencias. Las graderías ya están listas. En fin.

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