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Yonkes en Mexicali operan sin regulación ni permisos

Este reportaje forma parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers

En Mexicali, Baja California, la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) tiene mapeados 161 yonkes en la ciudad, pese a ello, el Ayuntamiento de Mexicali no cuenta con un padrón formal y solamente reconoce que nueve cuentan con permiso de uso de suelo; mientras que la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (SMADS) del Estado tiene registrados únicamente a tres en esta ciudad y señala que un 90 por ciento de los establecimientos no cuentan con un Manifiesto de Impacto Ambiental para operar, de acuerdo con información obtenida mediante solicitudes de información por transparencia y entrevistas realizadas a los titulares de las dependencias responsables. 

 

Por Juan Montes 

 

En Mexicali, Baja California, no hay un padrón oficial y completo de los yonkes que existen en esta ciudad, y las propias autoridades estatales y municipales reconocen que la mayoría de estos establecimientos operan sin contar con permisos de uso de suelo o ambientales, por lo que han iniciado con programas de regularización, de acuerdo con documentos solicitados por transparencia y entrevistas a funcionarios. 

 

El artículo 6 de la Ley de que regula el funcionamiento y operación de yonkes establece que la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (SMADS) del estado debe elaborar un Registro Estatal de Yonkes, Recicladoras y Centros de acopio de materiales metálicos en el Estado, con la ayuda del municipio. 

La dependencia estatal remitió a un Padrón Estatal de Prestadores de Servicio para el Manejo Integral de Residuos de Manejo Integral en el que incluye, no solo a los Yonkes, sino también a otros establecimientos de distintos giros como de recolección de basura y reciclaje, residuos industriales, grasas y aceites, entre otros.  En este padrón la secretaría tiene registrados únicamente a tres yonkes de Mexicali, pese a que  la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Mexicali ha identificado a 161.

Por su parte, el municipio contestó a una solicitud de información por transparencia que no cuenta con un padrón y que esto es competencia del estado. 

El artículo 6 de la misma ley también establece que la secretaría estatal debe verificar e inspeccionar los yonkes, labor que le compete a la Dirección de Auditoría, Inspección y Vigilancia, según lo informado mediante una solicitud de acceso a la información.

Sin embargo, la plantilla de personal de la secretaría indica que en esa dirección únicamente hay cinco personas que están asignadas a las tareas de auditoría, en todo el estado.

Mónica Juliana Vega Aguirre, titular de la SMADS, explicó que al iniciar la actual administración, en enero del 2022, encontraron un rezago en la inspección y auditoría de estos establecimientos.

“En los dos años previos a que nosotros arrancáramos trabajos en esta administración no había habido una sola inspección a estos sitios”, expresó.

Dijo que las inspecciones se realizan de dos maneras; ya sea mediante una denuncia ciudadana o a través de su programa de inspecciones.

“Iniciamos con un programa de regulación de los yonkes empezando por la zona costa, particularmente por Ensenada”, indicó.

La funcionaria explicó que este tipo de negocios requieren un Manifiesto de Impacto Ambiental y estar registrados ante el Padrón para el Manejo de Residuos Especiales del Estado.

Mónica Juliana Vega Aguirre, secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Baja California. Foto Juan Montes.

“Para que puedan operar es indispensable que cuenten con un Manifiesto de Impacto Ambiental y con su registro de prestadores de residuos de manejo especial”, expresó la secretaria.

Vega Aguirre agregó que la Ley de Protección al Ambiente en Baja California señala en el artículo 187 que el no contar con un Manifiesto de Impacto Ambiental representa una irregularidad que puede traducirse en una sanción de casi dos millones de pesos. 

La funcionaria dijo que cerca del 90 por ciento de estos negocios no cuentan con Manifiesto de Impacto Ambiental, aunque no precisó una cifra total pues reconoció que no tienen registro de todos en el padrón. 

“Yo me atrevería a decir que el 90 por ciento de estos negocios; no puedo decirte un número porque no somos autoridad para tener un padrón de estos establecimientos derivado que nosotros únicamente contamos con el registro, particularmente en Mexicali, de cuatro yonkes”, expresó. 

Pero, contrario a lo señalado por Mónica Vega Aguirre, en el padrón estatal únicamente aparecen tres empresas con registro vigente.

Vega Aguirre comentó que en 2022 iniciaron un programa de regularización de los yonkes en Baja California.

“Hasta el momento se encuentran 16 expedientes abiertos en el Estado, particularmente 10 están en Mexicali”, comentó.

La funcionaria estatal explicó que esos establecimientos ya fueron inspeccionados y están en proceso de recibir un dictamen de su situación, por lo que al momento no se encuentran regularizados.

“Tenemos, como te decía, 16 expedientes abiertos por no contar con su Manifiesto de Impacto Ambiental”, recalcó.  

 

Ley causa confusión entre autoridades

 

Manuel Zamora Moreno, titular de la  Dirección de Protección al Ambiente, declaró que los yonkes son considerados por el municipio como un comercio, por lo tanto, el municipio vigila el manejo de los residuos sólidos urbanos, tal y como lo establece el Reglamento de Protección al Ambiente de Mexicali.

“A veces hay una confusión de cómo funciona un yonke. Es muy importante que el dueño del yonke o el representante legal del yonke pueda describir su actividad para poder determinar exactamente la competencia”, expresó el director.

Manuel Zamora Moreno, director de Protección al Ambiente en Mexicali. Foto Juan Montes.

Agregó que debido a esa confusión no se realizaba una inspección de los yonkes y por ello no existe un padrón.

“Estamos volviendo a los inicios, solicitando a los yonkeros que saquen su licencia en específico para la comercialización de partes usadas”, indicó.

Por ello, el municipio ha realizado operativos en los que está solicitando la licencia ambiental a los propietarios de yonkes, para que puedan seguir operando. Dijo que anteriormente este documento se emitía de forma vitalicia, pero ahora tiene que revalidarse anualmente.

“Tenemos más de 20 empresas que tendrán su licencia que le llamamos definitiva, sin embargo, tenemos que estar trabajando para el tema de la revalidación, que desafortunadamente para ellos, van a tener que volver a iniciar el trámite de manera completa porque ya no operaría por el tema de que la revalidación tiene una vigencia por año ”, expresó. 

En la licencia ambiental los yonkes deben especificar la actividad que realizan con el propósito de que puedan ser regularizados y empadronados.

Insistió en que la ambigüedad de la ley ha ocasionado una confusión en las responsabilidades de cada autoridad.

“Sí en una parte, se puede decir, (hay) ignorancia de cómo manejar o cómo interpretar la legislación y ahí es donde viene la confusión”, expresó. 

Manuel Zamora Moreno explicó que además de la Dirección de Protección al Ambiente, otras dependencias del ayuntamiento vigilan el funcionamiento de los yonkes; por ejemplo, la Dirección de Administración Urbana, la Dirección de Bomberos, así como Protección Civil Municipal.

Mediante una solicitud de acceso a la información, la Dirección de Administración Urbana reconoció que solamente cuenta con nueve permisos de uso de suelo para estos establecimientos, pese a que, como ya se mencionó anteriormente, la Canaco tiene mapeados a 161.

Igualmente, en una solicitud de información, la Unidad Municipal de Protección Civil respondió que no realiza visitas de inspección a estos negocios.

En los yonkes es común ver todo tipo de residuos, los que según ambientalistas representa un daño al subsuelo.

De la misma forma, la Dirección de Bomberos reconoció en una respuesta por transparencia que entre el 1 de octubre del 2019 y el 31 de marzo del 2023 ha realizado 97 visitas, pero no ha emitido ninguna sanción.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se declaró incompetente en las labores de vigilancia hacia los Yonkes, argumentando que la facultad es del Gobierno de Baja California.

Por la misma vía, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dijo no contar con información sobre inspecciones y sanciones de 2019 a 2023.

 

Cateos de FGE confirma robo de vehículos y autopartes

 

Entre octubre del 2019 y el 31 de marzo del 2023, la Fiscalía General del estado realizó en Mexicali al menos 83 cateos en yonkes de la ciudad, lo que derivó en 10 personas detenidas y 12 vehículos asegurados, confirmó la dependencia mediante una solicitud de acceso a la información.

Cesar Tadeo Sosa Alegría, coordinador de la Unidad de Robo a Vehículos en la FGE comentó durante una entrevista para este reportaje que han reforzado los operativos en estos establecimientos para inhibir la compra y venta de vehículos robados.

“Una cosa es llegar y pedir la autorización y la otra, a través de la investigación, poder ya ingresar de una manera autorizada por un juez y poder hacer detenciones, aseguramientos y que estos operativos trascienden más allá al ámbito judicial”, comentó.

Cesar Tadeo Sosa Alegría, coordinador de la Unidad de Robo a Vehículos de la Fiscalía General del Estado (FGE). Foto Juan Montes.

Sosa Alegría detalló que en caso de localizar un vehículo o una autoparte con reporte de robo realizan el aseguramiento del bien inmueble y detención al personal. Posteriormente se abre un procedimiento penal para determinar la manera en la que el yonke repara el daño.

“Derivado de esos cateos y de esos operativos, puedo mencionar que el año pasado hubo un caso de una desmanteladora aquí en el ejido Xochimilco donde se localizaron al interior alrededor de 14 vehículos que tenían reporte de robo y que habían sido robados en un lapso de una semana”, expuso.

Gustavo Lazos, propietario de un yonke en Mexicali desde hace 15 años, señaló que uno de los problemas es que se encuentran expuestos a ser relacionados con el robo de autopartes.

“De repente pecamos de confianzudos vamos a ponerlo así, de que cuando yo te vendo a ti un fierro, un motor, un arranque, para mejorarte el precio te digo: ‘Pues dame la tuya a cambio y te mejoro el precio’. Es muy común que se pida un cambio (…) para recuperar costos. 

“Pero ahí es donde no sabemos de dónde viene, también los motores de dónde vienen, las piezas.  Entonces yo también estoy dejando de hacer eso porque no resulta conveniente porque no sabes quién te lo está trayendo y cómo te lo están trayendo”, expresó.

El comerciante explicó que trabajan con la Fiscalía General del Estado (FGE) para buscar la manera de protegerse ante dichos inconvenientes.

Gustavo Lazos, propietario de “Yonke el tío”. Foto Juan Montes.

Dijo que han solicitado un plan de trabajo en donde se les capacite para llevar a cabo una correcta revisión de los vehículos, de manera que puedan detectar la legalidad o ilegalidad.

“Regularmente los vehículos que nosotros compramos los mandamos a revisión… Con el número de serie a través de WhatsApp envías la serie y ya te dicen si está para la venta o si no tiene problemas, si no tienen ningún problema de robo o algo así, un hecho ilícito que hayan cometido, ahí nosotros a través de Fiscalía lo revisamos”, explicó.

 

Daño ambiental no cuantificado

 

Isadora Clark Ordóñez, vicepresidenta del Colegio de Biólogos de Baja California, dio a conocer que dentro de los yonkes se encuentran tres tipos de residuos: desechos de oficina (sólido-urbano), llantas (manejo especial), y aceites (residuos peligrosos), acto que deriva en la intervención de autoridades municipales, estatales y federales, pero que genera ambigüedad en las atribuciones.

“Esta ambigüedad o esta totalidad en el manejo de los residuos ha permitido que no estén bajo la observación, la vigilancia”, expresó.

Señaló que en Mexicali existen demasiados comercios de este tipo y un alto porcentaje se encuentran en la informalidad, situación que los deja fuera de vigilancia.

Clark Ordóñez precisó que la comercialización de autopartes no es la única fuente de ingreso de los yonkes, por ejemplo, dijo, realizan acciones que representan una transgresión a la ley ambiental como la quema de llantas.

“Se queman cables para la extracción de cobre, porque el cobre pues es muy bien valorizado en términos de residuos y se quema la llanta por dos situaciones, en teoría de manera accidental, pero también porque las llantas tienen un núcleo metálico, que también puede ser valorizado”, expuso.

La bióloga agregó que la falta de regulación de yonkes ha generado que los establecimientos tengan problemas de tipo ambiental, como lo son atraer fauna nociva por situaciones de acumulación de basura y la quema de residuos a cielo abierto.

La compraventa de autopartes robadas en los yonkes ha sido confirmado por la FGE, quien ha realizado 83 cateos desde 2019.

Si bien, el manejo de residuos de tipo especial como las llantas tiene consecuencias, al manejar residuos peligrosos el daño es mayor, señaló.

“Cuando desmantelan un auto hay necesidad no nada más de vaciar los tanques de gasolina, sino también de retirar las baterías, la gasolina es un residuo peligroso, es un residuo inflamable pero también el manejo de las baterías cuando éstas se van a transportar necesitan descargarse porque traen ácidos que también pueden ser inflamables”, dijo.

Clark Ordóñez reiteró que al desmantelar un auto se generan residuos peligrosos y de manejo especial, los cuales requieren inspección y vigilancia.

La Ley Para la Prevención, Gestión Integral y Economía Circular de los Residuos de Baja California creada en 2021, establece responsabilidades para el estado y los ayuntamientos. Lo anterior ha ocasionado confusión entre los comerciantes respecto a cuál es la autoridad competente.

Gustavo Lazos, propietario de un yonke, comentó que el departamento de Bomberos realizaba una visita cada dos meses, mientras que la FGE cada dos o tres meses.

Uno de los residuos que mayor problema representa para los “yonkeros” son las llantas, por ello, se han apoyado en la Canaco y la DPA para realizar el confinamiento adecuado.

Lazos mencionó que otra de sus estrategias para el desecho de estos residuos es la colaboración con la asociación de llanteros, puesto que ellos necesitan neumáticos para demostrar el intercambio que se da en su venta.

Por otra parte, reconoció que tienen problemas con la correcta disposición del aceite de motor, puesto que el protocolo de reciclado no es claro.

Así mismo, Lazos precisó que Protección al Ambiente los obliga a que este residuo sea debidamente desechado en un lugar autorizado.

Otro problema ha sido el de las baterías, ya que son residuos peligrosos, pero regularmente estas no llegan a los yonkes.

Las llantas que proliferan en los yonkes requieren un manejo especial, de lo contrario pueden provocar accidentes.

El comerciante mencionó que los tres niveles de gobierno les han solicitado que la extracción del aceite se realice en un lugar adecuado para no afectar el subsuelo. 

“Donde nosotros lo quitamos sí hay piso y luego ya lo trabajamos a través de un método en donde usamos aserrín que lo absorba, limpiamos y embolsamos el aserrín; se lo damos a un chavalo que se lleva el aceite residual”, expresó.

Declaró que, aunque desconocen el destino final del aceite, el servicio de recolección que tienen es gratis.

“Vienen regularmente cada mes, no saco mucho aceite”, dijo. 

“Regularmente es poco el que se le saca al carro, al motor. Mira, hay gente que sí ocupa su vehículo y te compra el motorcito y te piden que no le quites el aceite al motor porque lo van a reutilizar para su carro, para ahorrarse”, comentó.

Por último, Gustavo Lazos señaló que para estar regulados ante la Secretaría de Medio Ambiente les solicitan como requisito estar registrados ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT) y que tengan su documentación en regla, mismos requisitos que les piden para ser miembro de Canaco.

Un riesgo para la población

 

La noche del 30 de junio de 2019 se registró un incendió en el yonke “Meraz” ubicado en el poblado Benito Juárez del Valle de Mexicali. 

Ricardo Moreno Flores, uno de los ciudadanos afectados que solicitó al municipio copia del acta de inspección al inmueble derivado del incendio, mencionó que dentro del terreno del yonke se encontraban acumuladas llantas, defensas de carros, tableros de vinil, tanques de gasolina, entre otras autopartes que desechan de los vehículos, las cuales son inflamables. 

Se necesitaron tres máquinas de bomberos para apagar el incendio que amenazaba los predios conjuntos, tras dos horas de labor, logró ser sofocado, según consta en el reporte de las autoridades. 

 

Yonkes crecen de forma exponencial

 

José Antonio Villa González, presidente de Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Mexicali, precisó que actualmente existen aproximadamente 161 yonkes distribuidos en la zona urbana del municipio de los cuales 139 se encuentran afiliados al organismo.

Para estar afiliado a Canaco los “yonkeros” deben cumplir con varios requisitos, como lo son: acreditar su RFC; copia de identificación oficial; copia del acta constitutiva de la empresa; comprobante de domicilio; presentar fotografías del negocio; llenar solicitud de afiliación y cubrir el importe de la cuota correspondiente, y finalmente llenar el formato del Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM) y cubrir la cuota.

“El dato que tenemos nosotros son 161 yonkes actualmente, de esos 161, que es una red que se mantiene en contacto aquí con la Cámara, tenemos 139 que están afiliados a Canaco”, dijo Villa. 

“Dentro de lo que es la ciudad tenemos 83 que consideramos que están totalmente regulares (ante Canaco) y de esos, 56 que están en vía de ser regularizados”, agregó el dirigente de Canaco.

Un artículo publicado en 2010 por académicos de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) señaló que ese año había en Mexicali 95 desmanteladoras, es decir, que la instalación de estos negocios habría incrementado en un 69.47 por ciento en los últimos 13 años.

Según el presidente de la Canaco, la falta de regulación de los yonkes se debe a que muchos se encuentran ubicados en zonas federales, por lo tanto, el municipio no tiene la facultad para expedir el permiso de uso de suelo.

José Antonio Villa González, presidente de Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Mexicali. Foto Juan Montes.

Así mismo, Villa González señaló que quienes no están en zona federal rentan los espacios, situación que resulta limitante para el cambio de uso de suelo. 

El dirigente empresarial mencionó que la mayor parte de los vehículos que se encuentran en los yonkes son importados desde Estados Unidos y se encuentran muy dañados, los cuales sirven para la venta de autopartes.

Comentó que actualmente el gobierno del estado ha iniciado un operativo para que los yonkes realicen la correcta disposición de desechos que ya no son vendidos.

“Nosotros como órgano empresarial lo que hacemos es precisamente hacerles llegar la información a los yonkeros y estar constantemente en contacto con ellos para que estén regulares”, expuso.

El presidente de Canaco mencionó que la Secretaría de Medio Ambiente ha solicitado que los residuos sean depositados en lugares autorizados por ellos mismos.

“Ahorita estamos en acercamiento de la autoridad para que nos pase lo que son los requisitos totales y quiénes son los autorizados para recibir, para que nuestros yonkeros se acerquen solamente a esas unidades”, expresó.

Debido a que dentro de estos negocios se encuentran materiales y desechos altamente inflamables, Canaco ha realizado una capacitación sobre el uso de extintores y sofocamiento de conatos de incendio.

La Canaco también contempla realizar un curso sobre primeros auxilios para los yonkeros, ya que existe el riesgo de que se presente un incidente mayor debido a los residuos que tienen en confinamiento.

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